Nuestro aporte:
LAPACHO FERRO
Ahora fortificado con Magnesio
- TONICO RECONSTITUYENTE
- ENERGIZANTE PSICOFÍSICO
- ANTIOXIDANTE
Normo regulador de Funciones Generales
PREVENTIVO Y CURATIVO DE ENFERMEDADES
Registro de la Propiedad Intelectual N° 1221581 Ley 11723
Queda prohibida su reproducción (total o parcial)
S.M. de Tucumán, 21 de Noviembre de 1973
USOS
Agruparemos las enfermedades para
una mejor indicación en: enfermedades curables y las llamadas enfermedades “incurables”.
Dentro de las enfermedades
curables citaremos anemia, reumatismo en todas sus formas, cistitis,
prostatitis, estomatitis, gastritis, úlceras, enfermedades del hígado, asma;
hernias, diabetes y demás enfermedades que ganan terreno merced a la disminución
del estado físico por desnutrición, mala alimentación y por falta de defensas
orgánicas.
En las llamadas enfermedades “incurables”,
enfermedades sistémicas, el cáncer en todas sus formas y leucemia.
Para todas ellas está indicado “LAPACHO
FERRO”
Las citadas en primer término son
perfectamente tratables y curables, pudiéndose efectuar un tratamiento combinado,
es decir, agregando “LAPACHO FERRO” a la medicación específica de cada
enfermedad. “LAPACHO FERRO” no tiene contraindicaciones ni incompatibilidades y
permite controlar las enfermedades de carácter “incurable”, prolongando vidas
sin padecimientos y además, no hay enfermedad incurable si se favorece la
actividad de la célula, rodeándola de condiciones normales ayudados por la
mente del paciente, que actúa a modo de factor decisivo en el tratamiento de
cualquier enfermedad por maligna que ella sea.
En todos los casos tratados, se
ha observado la eliminación paulatina del dolor, reabsorción de úlceras,
desaparición total de de la induración de los tumores y el penoso hormigueo que
se siente durante el desarrollo de los tumores, desaparece a los pocos días.
Señalo, no obstante, que sólo en las metástasis de huesos la eliminación del
dolor se alcanza luego de un tiempo prolongado con un tratamiento intenso y sin
interrupciones.
Como depurativo “LAPACHO FERRO”
coadyuva a la correcta eliminación de los productos de desechos, justificando
por sí solo y por su acción definida su uso en el tratamiento de las
enfermedades en general, al facilitar la ordenada multiplicación de las
células, tan necesarias en la curación de heridas, fístulas, eczemas, y
enfermedades análogas y a la eliminación de sustancias que perturban el normal
funcionamiento de los órganos, corazón, pulmones, riñones, variaciones en la
presión sanguínea que causan múltiples sufrimientos como reumatismo, anemia,
nefritis, etc.
La acción reguladora de funciones
digestivas, la demuestra al normalizar en muy poco tiempo el estreñimiento,
dispepsia, afecciones del hígado, bazo, etc.
Como desintoxicante actúa sobre
el sistema nervioso, especialmente sobre el sistema neurovegetativo, aliviando
el insomnio y los estados ansiosos.
En su amplio campo de acción “LAPACHO
FERRO” lleva al organismo a condición de defensa tales, proporcionando energías
que necesita, que le permiten defender y resistir contra las enfermedades.
COMPOSICIÓN
SOLUCIÓN CONCENTRADA DE “LAPACHO
FERRO”, es un concentrado de entrecortezas vegetales, constituido por Tecoma
fabrisi Meyer, Tabebuia avellanedae Lorentz y Tabebulsa ipe Mart Stanley, en
partes iguales. Todas estas especies de los grupos de los lapachos, obtenidas
científicamente en su recolección y selección y utilizando una técnica depurada
en la elaboración del concentrado, que contiene un porcentaje de hierro
asimilable, que permite incorporar sin temor y asociarlo a otra medicación por
activa que ella sea, de manera que podrá tratarse o prevenir males en niños y
adultos sin inconvenientes, aún cuando se use en dosis masivas, resultando un
verdadero coadyuvante y eliminador de la resistencia orgánica a los
medicamentos en general, y en forma especial, el de los antibióticos, actuando
como base medicamentosa; los medicamentos cumplen mejor su acción
farmacodinámica, haciendo disminuir los peligros de la acción tóxica de
aquellos en el hígado.
LOS BENEFICIOS
A los pocos días de haber
iniciado el tratamiento con “LAPACHO FERRO, se notan los beneficios, en
bienestar general, resistencias físicas y mentales aumentadas, eliminación del
desgano. Las enfermedades con síntomas dolorosos tienen su alivio, aún cuando
se suspendan los medicamentos tranquilizantes y calmantes, un principio de euforia
y nuevamente la sensación del apetito colaboran grandemente al restablecimiento
del paciente, permitiendo a los señores médicos, la búsqueda de alguna
medicación selectiva y adecuada en la lucha contra los males sindicados como “incurables”
contándose notablemente la mejora del metabolismo celular y las funciones
glandulares, incremento de la fuerza muscular, facilitando la actividad
fisiológica de los órganos y mejorando la concentración mental y la memoria.
TRATAMIENTO
En las enfermedades de carácter “incurable”,
en todas las formas de cáncer y leucemia, el tratamiento debe ser muy
prolongado y en la mayoría de los casos por el resto de la vida, destacándose
que luego de un tratamiento de varios
meses se logra controlar, reducir, circunscribir y estacionar el mal eliminando
el dolor, y aún cuando los datos analíticos acompañan a la negación clínica, no
obstante ello, no debe confiarse en ese resultado, pues luego de un tiempo de
haber suspendido el tratamiento, los síntomas, molestias y dolores vuelven
irremediablemente, quedando en consecuencia la responsabilidad de esa
determinación por cuenta propia o del facultativo. La circunstancia que estos
males sean descubiertos siempre tarde y se inicie el tratamiento cuando el mal
está avanzado, conspira con los resultados, quizás se obtendrían resultados
definitivos, tratando desde los comienzos a tan graves males.
Para este grupo de enfermedades “incurables”
el tratamiento debe ser, en consecuencia, sin interrupciones, prolongado y
mantenido con una dosis mínima útil. Se conseguirá controlar la enfermedad y
reintegrar al ser al medio en forma normal.
DOSIS
CASOS GRAVES: Comenzar con ocho
tomas diarias. CASOS AVANZADOS: Comenzar con seis tomas diarias. TRATAMIENTO
NORMAL: Comenzar con cuatro dosis por día.
Cada toma estará regulada por la
edad. Por vez y hasta un año 2 c.c. De un año en adelante se agregará 0.50
(medio) c.c. por cada año, llegándose a los 17 años a una dosis adulto de 10
c.c. equivalente a una cucharada de sopa. En los comienzos, dosis altas. Éstas
pueden incrementarse aún, por lo que es conveniente comenzar con tomas de medio
pocillo, equivalente a 30 c.c. cada vez.
Cuando se inicia con ocho tomas
por día, se darán dos tomas juntas antes de cada comida, ingiriendo “LAPACHO
FERRO” puro preferiblemente, tomarlo siempre antes de cada comida, la primera
toma del día en ayunas. A los pocos días los dolores habrán cesado, se suspenderán
tranquilizantes y calmantes entonces. Debe mantenerse esta dosis mientras
persistan los dolores, males y molestias, síntomas de la enfermedad. Superados
ellos aunque más no sea en forma aparente se reducirá la dosis, a seis tomas
por día, dando una toma antes de cada comida, y dos antes de dormir, durante un
tiempo no menor a un mes. Podrá reducirse la dosis a cuatro tomas diarias,
dando una toma antes de cada comida, un período mínimo de un mes y reducir a
tres tomas por día dando una toma cada vez, antes del desayuno, almuerzo y cena
si se han logrado y mantenido los beneficios deseados. Se proseguirá o
suspenderá el tratamiento de acuerdo a las necesidades y asimismo reiniciarlo
posteriormente, si se considera necesario y esto sea dicho solamente para el
grupo de las enfermedades curables.
Las del tipo “incurables” se
deberá continuar con una dosis mínima útil a establecer en cada paciente y que
podrá llegar como mínimo a tres tomas por día, dando cada toma antes del
desayuno, almuerzo y cena. Si esta dosis fuera insuficiente (aparición de
síntomas de la enfermedad) se agregarán las tomas diarias necesarias para
establecer la dosis mínima útil, que en cada paciente podrá variar y que por lo
menos están entre tres o cuatro tomas por día.
En DIABETES: Se efectuarán dosajes
periódicos, de manera de ir reduciendo la medicación específica, cuando se
logren progresos. Generalmente a los 15 días comenzarán los beneficios
evidentes, la vista se clara, eliminación de los fenómenos nerviosos, contención
al acto de orinar; apetito, normalización paulatina de todos los actos
fisiológicos. Tratamiento mínimo de cinco meses.
En REUMATISMO: En general, un
tratamiento continuado de algunos meses dará sus frutos. Los tratados con
corticoides deben reducir la dosis de corticoides paulatinamente, nunca de
golpe, aunque la mejoría se manifieste plenamente.
CONSERVACIÓN: Guardar en lugar
fresco. El envase en uso mantener en heladera y tomarlo frío.
Advierto acerca de las
imitaciones y falsificaciones que hacen de mi “LAPACHO FERRO” y de mi
literatura con preparados burdos y apócrifos. Cerciorarse al adquirir en
farmacias, exigiendo el legítimo “LAPACHO FERRO” de Ferro y rechazando las
imitaciones.
ANTONIO ALEJANDRO FERRO
Farmacéutico